Según la Lonely planet, uno de los tres puntos calientes de fiesta en Indonesia junto a Jakarta (Java) y Kuta (Bali). Mentira! jajaja. Supuestamente debe haber fiestas rave, tres veces por semana... éste fin de semana debía ser que no.
Bueno, pues eso, éste finde tocaba ir a uno de los destinos turísticos más conocidos de Lombok, situadas en el noroeste de la misma, las Gili islands (Gili Air, Gili Meno, Gili Trawangan), y más concretamente a la más grande, alejada y más fiesta de las tres, Gili Trawangan.
Foto en el aeropuerto Soekarno-Hatta
Salida del avión Boeing MD-90 de Lion Air
Foto en el aeropuerto de Selaparang
Salíamos el sábado por la mañana de Jakarta, llegando a Mataram a eso de las 10.00. Una vez allí, en taxi hasta Bangsal, unas 70.000Rp por el camino de interior (puerto incluido), más o menos 1 hora. Al llegar a Bangsal, el taxi no te puede acercar hasta el puerto, por lo que tienes que recorrerlo como puedas. Nosotros por 20.000Rp (no teníamos ganas de negociar..) los cuatro fuimos en cidomo (un carro tirado por un caballo). Y una vez en el puerto, compramos el ticket por 10.000Rp (0.80€) y esperamos a que hubiera suficiente gente para llenar el barco.
Paisaje de camino hacia Bangsal
El barco lo llenaron de personas y víveres (arroz sobretodo).
Barco lleno de arroz
Llegada a Gili Trawangan
Una vez en la isla, tocaba buscar alojamiento. Uno barato por supuesto. El precio de los alojamientos, como es lógico, disminuía según te alejabas de la costa y eliminabas lujos (piscina, camino...). Dicho y hecho, 150.000Rp (12.40€) por habitación doble, desayuno incluido. Y de allí a la playa...
Habitación muy decente
Ésta primera playa era...mala, con mucho coral en vez de arena, que hacía dificultoso andar por la playa, y aún más bañarse en el mar. Había que andar decenas de metros por rocas y corales para encontrar agua que cubriera por encima de los tobillos. Yo, con mi dedo aún en proceso de recuperación...mejor dejarlo. El snorkling debería esperar...
Había sitios muy molones
Playa llena de coral
Al caer el sol, todo el mundo se desplaza a la costa occidental para ver un precioso atardecer... y nosotros no íbamos a ser menos.
Empezaba a atardecer
Aprovechando el aterdecer
Los últimos rayos
De allí, una ducha, preparados para la fiesta, no sin antes cenar en condiciones. Eso sí, en los siguientes momentos, búsqueda infructuosa de fiesta en la isla. Apenas un par de bares tenían música y gente (eso sí, sentada...).
La mañana siguiente decidíamos cambiar de costa, ahora sería la oriental. Una playa mucho más agradable, con arena fina, y posibilidad de encontrar agua profunda más cerca. Nada más llegar, gafas y tubo, y a ver peces... la verdad es que la parte positiva de la isla es su vida marina. Peces de muchos tipos y tamaños aparecían ante nuestros ojos, hasta que una llamada de Vir me alertaba de algo más interesante. Al mirar al frente un tortuga subía para respirar a la superficie. Aprovechamos para acercarnos, tanto casi como para poder tocarla!! y rápidamente para dentro otra vez. Al poco tiempo, una corriente muy fuerte nos arrastraba en paralelo a la costa decenas de metros, sin peligro, ya que con nadar hacia la costa era suficiente. Eso sí, luego tocó volver andando hasta nuestras toallas!! jaja
Una foto por favor!
Niños jugando a fútbol
Banco muy casero
Y de allí, comer en la propia playa... y vuelta en barco a Lombok.
Comida en la playa
Criadero de tortugas
Una vez allí, preferimos dirigirnos a Senggigi, para pasar la tarde y noche alli. Mucho mejor que en la triste Mataram.
Campo de fútbol muy exótico
Paisaje de camino a Senggigi
Habitación en Senggigi
Concienciados con la seguridad ante tsunami
Niño comiendo maíz con Blackberry en bolsillo
En resumen, una isla con muchos extranjeros, con buenos restaurantes, buenos alojamientos, sin coches ni motos, con sitios donde tomar algo por la tarde-noche, pero sin fiesta. Las playas están bien, pero sin brillar mucho. Y el snorkling y buceo es bueno.
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