Aprovechando las vacaciones por Semana Santa, me acoplé a un viaje de 4 días y 3 noches por el Parque Nacional de Gunung Leuser, en el norte de Sumatra. El viaje iba a ser curioso ya que todos mis compañeros salvo una iban a ser una familia (incluyendo un niño y una niña, con el comportamiento de ésta última muy cercano a la hiperactividad, simplemente encantadora). Además de que éste parque nacional es uno de los dos lugares en el mundo donde se pueden encontrar orangutanes (gen. Pongo) en libertad, el otro lugar es la isla de Borneo.
Como dato curioso, el nombre de orangután viene del malayo/indonesio, y significa hombre de la selva (orang = hombre y hutan = de la selva).
El jueves salíamos los ocho en un avión a Medan, la cuarta ciudad más poblada de Indonesia, y la más poblada fuera de Java, obviamente con el respectivo retraso (45 min). Una vez allí, solo quedaba llegar a Bukit Lawang, tras 2.5 horas de furgoneta, y cruzar el río por un puente colgante para meterse en la cama y esperar al día siguiente.
Habitaciones de Bukit Lawang
La zona del restaurante
El mismo río pero un poco más arriba
Para acceder al parque cruzas en esa barquita
Orangután en el comedero
Los monos no dejaron restos
El mismo orangután de antes
Observándonos fijamente
El macho bajando
Más tarde volveríamos a ver a otros orangutanes, en éste caso una madre enseñando a colgarse a su pequeño, y cómo éste sólo quería jugar. Sería la última vez que vimos orangutanes. Después quedaba una larga caminata por la selva, intentando evitar el ataque de las sanguijuelas (a mi me funcionó, ya que me quité 4 de calcetines y pantalones).
Un orangután enseñando a su hijo
Hormigas del parque (se supone que hay más grandes...)
Una sanguijuela esperando encontrar alimento
De trekking por la jungla
Las filas de hormigas no son de una
Después de comer a orillas de un río, soló nos quedaba otro rato caminando, sin ver "nada" exótico, hasta salir del parque natural. Fuera de él comimos Durian (sí, eso que huele horrible, como podrido, pero sabe...bueno, eso depende de cada uno), y vimos piñas, que tenía ganas de ver. También pasamos por un orfanato, precioso. Y al llegar al hostel, directos al río, inundado de indonesios.
Riquísimo Durian
El suelo lo demuestra, les encantan
Una piña
Y una pareja
Esa noche, cenamos un buffet un tanto escaso (pero bueno por 4€ tampoco es para quejarse) y vimos como unos niños del pueblo escenificaban bailes típicos. Así mismo conocimos a la familia del guía, una agradable velada. Además de conocer a la familia del guía.
Los niños del baile
En posición
El día siguiente tocaba movernos de lugar, 2.5 horas de todoterreno para llegar a Tangkahan. Nada más llegar, decidimos que sería mejor comer, y después hacer rafting en neumático. Realmente fue un rafting muy tranquilo en una embarcación construida con neumáticos. Una de las mejore partes fue cuando llegamos un pequeño meandro del río, y subimos por él hasta una cascada preciosa, y con el agua más caliente. Tras un buen tiempo de jacuzzi natural, seguimos el camino...pero empezó a llover. Una vez río abajo, tocaba remontarlo, pero andando, y sin parar de llover. En éste camino, probé las sanguijuelas...o más bien ellas probaron mi sangre. Malditas!! jajaja
Extrayendo caucho
Plantaciones de palma para aceite y su fruto
Entra plantaciones de palma
Otra barca para cruzar otro río
El baño al aire libre
La cascada tenía agua calentita (más que el río)
Dando de comer a un elefante
Desde pequeños aprenden
Las madres con sus hijos (de 5 y 7 meses)
Los pequeños son unos rebeldes
Pero también se bañaban
Cerca de su madre
Dándose un bañito
El macho era el único que estaba encadenado
Un besito...
O un par de besitos...
Montados en el elefante
Cruzando el río (ahora en elefante)
A veces se movía mucho jaja
Con el elefante del trekking
Otra cascada más
PD: mientras tanto, el mismo domingo se publicaba en El Correo un breve artículo sobre mí mismo y mi experiencia en el que ahora es mi hogar, siendo una sorpresa para mucha gente!!
Wow! qué caché! un artículo sólo para ti :)
ResponderEliminarPor cierto, muy chula la excursión, me encantó la parte de los elefantes!