lunes, 28 de febrero de 2011

Una de Jakarta en general, y de mi casa en particular

Tras un mes viviendo en el Gran Durian, ya tocaba descubrir los restos de su pasado ... y de paso presentaros mi humilde morada. Empezaré por una visita turística rápida a Jakarta, al menos a Monas y la zona del puerto.

Sobre Monas, ya había sido advertido, pero no me lo creía del todo hasta que fui. Los fines de Semana, eso se convierte en lugar de reunión, picnic, turismo..para todo indonesio que se precie. Asi que, lo de subir al monumento lo dejaremos para otro día...

Monas (o la última erección de Sukarno)

Después me puse a buscar una parada del TransJakarta, un autobús con paradas en medio de la carretera, y con carril propio, así que es bastante rápido, más barato que un taxi (cuesta 3.500 IDR el ticket, 30 cents), y funciona prácticamente como un metro. Una de las líneas termina en Kota, la antigua ciudad, el casco histórico, justo pegado al puerto.

Lo que más me gusto de todo el "casco antiguo" fue la plaza Taman Fatahillah, en la que se puede ver la antigua alcaldía, reconvertida en museo; el café Batavia, un café colonial muuy interesante, a la vez que caro (zumo de lima...40.000 IDR, 3.5 €)...y nada más jajaja

Antigua alcaldía, ahora museo

Plaza Taman Fatahillah, con el Cafe Batavia de fondo

Bicicletas para alquilar con gorrito y edificio en ruinas

Café Batavia por dentro

Puente levadizo holandés de camino al puerto

Para llegar al puerto hace falta cruzar por unas calles un tanto polémicas, seguro que peligrosas en muchos países yendo con una reflex en la mano, suerte que en Indonesia no, de hecho alguno hasta saludaba. De todas formas la recompensa a tal malos olores..es nada. Un puerto un tanto triste y nada más. De hecho cuando llegué mi última esperanza era comer un buen marisco... nada, el marina Batavia estaba cerrado por la presencia de un grupo empresarial.

Estación de autobuses camino del puerto

El puerto Sunda Kelapa

Marina Batavia, con su ¿fueraborda?

De vuelta a Kota, me metí en el teatro, y tuve la suerte de encontrarme con una venezolana, y un guía del museo, nos dijo que él era de una familia tradicional de elaboradores y de showmans de las marionetas, así qe nos explicó desde cómo se hacían, a cómo se manipulaban, incluso nos representó una pequeña sesión de taeatro de 5-10 min solo para nosotros dos. Muy curioso! Obviamente esto no es gratis, y a la salida, nos ofreció un montón de marionetas de todos lo colores, tipos y precios... la venezolana se quedó comprando..jeje

Marionetas, grandes y pequeñas

Teatrillo de marionetas

Enseñándonos a fabricar una marioneta

Ya a las afueras del museo, la plaza había cojido un color muy especial con muchísima gente, viendo, comprando, con serpientes, con todo tipo de juegos de feria...muy risas.

Te pongo la serpiente? No, gracias

Tuk-tuks de Kota (vaya aparatos)

Bueno, y después de aquello...vuelta para casa...Jakarta Residences. En Thamrin City, un edificio híbrido, donde los primeros pisos, hasta el número 8 (que no significa 8 alturas, ya que se comen el 4 o los que terminen en dicho número, porque en chino se parece a muerte, tampoco el 13, y unos cuantos más) es un centro comercial, pero local, es decir mucho puestecillos de todo tipo (pelis y juegos pirateados, donuts de patata EXQUISISTOS, ropa, telefonía...) y un supermercado bastante grande y barato. Como ya sabréis vivo en el piso 26, que en realidad no se que altura sera, pero con unas vistas privilegiadas. 

Del edificio lo mejor probablemente sea la piscina y el jacuzzi que tienen en el piso 10, por cierto, totalmente infrautilizada por los indonesios, asi que casi siempre está vacía, un lujo. Aunque también en el mismo piso, tiene un pequeño bar en la piscina, una pista de tenis, una lavandería, un mini-supermercado y una zona para barbacoas y una sala que se puede pedir para montar todo tipo de fiestas...

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Edificio de Thamrin City

Piscinita

Saloncito

Pasillo

Dormitorio

Vistas desde la cama (la TV triunfa mucho jaja)

Vistas un día cualquiera (smog, niebla..)

Vistas un domingo de sol (muy raros de momento)

Y esto es todo de momento, para otro día queda la boda javanesa en la que estuvimos, y el viaje de este finde...Filipinas...en busca del tiburón-ballena!!

Hasta la próxima!!

viernes, 25 de febrero de 2011

Camboya 2ª Parte. Phnom Penh

El madrugón del lunes fue durillo... pero bueno, al bajar a la recepción del hotel, nos esperaba el desayuno, asi que por lo menos ver los dos huevos fritos alegraba la mañana (un poco) y en cosa de 10 minutos aparecía un hombre para advertirnos de que el autobús nos estaba esperando. Uff... por lo menos el autobús va casi vacío, menos mal!! algo de aire. Peero, esa sensación se iba truncando según cojíamos a más y más gente, hasta el punto que algunos se quedaron esperando a otro autobús.

Finalmente llegamos al ¿puerto? de Chong Kneas a 11 km de Siem Reap, bueno, un sitio donde había algo de agua, y algunos barcos. Eso sí el sol estaba precioso, rojo y grande. Pena que a esas horas no conseguí sacar una foto digna..jeje Una vez dentro del barco, serían las 7, lo único que quedaba era encontrar una buena postura, que el día iba a ser largo y además el trayecto en barco lo permitía, ya que la primera parte era en un lago bastante grande, no se veían ni las orillas... en total eran como unas 6-7 horas de paseo en barco por 35$.

"Puerto" de Chong Kneas

Pero una vez dormido un ratillo, nos despertamos, y el paisaje era mágico, con muchísima gente pescando en el río con sus txalupas, las casas de madera, pueblos flotantes...y eso sí, todos los niños, y algunos no tan niños, encantados de saludarnos.
La verdad es que una vez que nos subimos a la parte de arriba del barco, la sensación del viento chocando en la cara, combinada con los pueblecitos, la gente...etc fue imposible bajarse hasta llegar a Phnom Pehn.

Árbol curioso a orillas del río

Pueblo con casas flotantes

Todos encima del barco

Un par de expertos en txalupa

Un montón de barquitas por el río

Los niños siempre saludando

Llegando a Phnom Penh

Carteles de bienvenida

La llegada a Phonm Penh no es nada agradable, te saludan unos cuantos carteles de publicidad, con algún edificio alto a modo rascacielos y bastantes semiderruidos, además el color marrón-arena de la ciudad hace que la ciudad parezca un tanto inhóspita. Una vez atracado el barco, nos asaltan varios hombre a grito de: "taxi/tuk-tuk". Lo primero que hacemos es alejarnos y tras comprender que el Royal Palace estaba un poco lejos, aceptamos a coger un tuk-tuk, que nos acercara.

Cartel del tuk-tuk (el peinado es del barco jaja)

Una vez en el tuk-tuk, la obsesión del conductor era ofrecernos dónde dormir y continuar después con el tour. Obviamente, le dijimos que nos llevara al Royal Palace y que se olvidara, que ya iríamos andando a buscar hostels, ya que están bastante cerca.

El Royal Palace, entrada 6.5 $, estaba bastante bien, mucho edificio bonito, bien cuidado y por dentro, los que se podían ver, también muy interesantes.
Edificio del Royal Palace

Edificio principal del Royal Palace

Típica barandilla

Más edificios del Royal Palace

Al final de la visita al templo, las fuerzas empezaban a flaquear...así que empezamos la búsqueda de alojamiento. El camino también fue sorprendente jeje. Al llegar, El Top banana hostel, recomendado por la Lonely, estaba lleno, y nos fuimos a otro que estaba al lado, el Blue Dog Guesthouse. Bueno, los siguientes pasos son obvios, ducha y a comer!!

Peluquería callejera camino del hostel

Monumento a la independecia de Camboya

Después de tener el buche lleno, nos daba la noche, y con ello la ciudad adquiría otro color, será porque coincidía con el día de San Valentín, pero el ambiente de la calle era espectacular, gente por todos los lados, muchísima gente joven en cuadrillas, también vimos muchos chavales bailando en una plaza, sin ningún tipo de motivo aparente, simplemente por pasar un buen rato siguiendo a un maestro, o al video de un portátil. También mucha gente cenando en la calle, en restaurantes al aire libre. Léase, en una acera, unas cuerdas para cerrarla al paso, unas alfombras, y el carrito con la comida en el borde de la carretera.

"Restaurantes" a pie de calle

Anécdota: yendo por la calle, buscando la orilla del río, cuando íbamos a pasar por una calle algo oscura, fuimos advertidos por un local, para que fuéramos por calles con luz. no era el primero que nos advertía de aquello, asi que empezamos a preguntarle sobre el tema...parecía tan buena persona que terminamos quedando con él para el día siguiente hacer un tour, y que nos llevara al aeropuerto.

También descubrimos otra parte de Phnom Penh, la orilla del río, aquello parecía un malecón, también mucha gente, y bastantes bares. Uno de ellos llamado Pacharán, donde vimos la carta y se nos hizo la boca agua, que rápidamente se deshacía viendo los precios jajaja. Y sí, también tenían pacharán, si no recuerdo mal, Etxeko y Zoco...increible. Otro de los bares, que fue donde nos tomamos unos cóckteles, era en el ático de un hotel...con música en ¿directo? (no, era playback, un poco racio). Eso sí, su canción en castellano no falta jeje. No voy a explicar que hablando en castellano Vir...alguien en un ascensor le entendió todo lo que dijo..jajaja. Después vuelta a casa, eso sí, el pobre del tuk-tuk nos llevaba, pero no tenía ni idea..asi tuvimos que guiarle...

Roof Bar, muy cool jeje

Al día siguiente, empezamos la visita al museo Tuol Sleng (obligada para todo aquel que se interese por la historia de los países que visita) se trata del antiguo instituto Tuol Svay Prey...después ocupado por los Jemeres Rojos y utilizado como prisión, centro de interrogatorio y tortura, y cambiado el nombre por el de Prisión de seguridad 21 (S-21). Solo encontraron vivos a 7 personas de las 17.000 que calculan que pasaron por este infierno, salvadas por alguna habilidad especial. La visita fue muy dura, tanto que no llegué a sacar ninguna foto. Menos mal que alguno de nosotros sí. Los Jemeres Rojos dominaron el país de 1975 a 1979 (algo menos de 4 años) con la visión de convertirlo en un paraíso comunista y agrícola-ganadero, Kampuchea democrática. De hecho el régimen de Pol Pot llegó a vaciar la capital Phnom Penh, y a asesinar a todo aquel intelectual (fuera camboyano o no).

Alambre de espino para evitar suicidios

Celdas para torturar a personas de alto rango

Celdas para la población civil

Después de aquello y con el cuerpo aún revuelto, nos fuimos al mercado ruso, un enorme cuadrado cubierto, donde había absolutamente de todo, desde souvenirs para turistas, hasta comida muuuy local.

Motos por doquier...

Mucho colorido en el mercado

Con las compras hechas, el siguiente paso fue salir de la ciudad para seguir aprendiendo sobre la historia camboyana y las brutalidades cometidas por los Jemeres Rojos. El destino era el campo de concentración de Choeung Ek. Para mí fue menos desagradable que el S-21, que por cierto eran de donde traían a muchos para exterminarlos, a menudo de palizas, para ahorrar balas.

Estupa budista en honor a los asesinados

Y aquí se acababa esta aventura en Camboya. No sin antes pagar los 25$ de tasas aeroportuarias. Vuelo a Kuala Lumpur, cena y partidita de cartas, y otra vez a Jakarta.

Vistas de Phnom Penh desde el avión

Hasta la próxima aventura!!

sábado, 19 de febrero de 2011

Camboya 1ª Parte. Siem Reap y alrededores

Aprovechando el aniversario del nacimiento de Mahoma (15 de Febrero), se había planeado un viaje a Camboya y pensé que era la ocación perfecta para empezar a gastar los escasos días de vacaciones de los que dispongo. El plan sería el siguiente:
Visita a Siem Reap, ciudad perdida de Angkor, viaje en barco a Phnom Penh, visita de la ciudad y para casa.
  
Así que el viaje empieza con un vuelo a Kuala Lumpur el viernes con llegada aproximada a las 22.00. Una vez allí, cenar e ir a un hotel (4 x 2 jeje), para volar al día siguiente a las 6.45. Con lo cual, dormimos...pues eso 4 horas? A la llegada a Siem Reap, papeleo, tuvimos la suerte de que no nos cobraron nada por el visado gracias a nuestro pasaporte (si no hubieran sido 20$) empezaba bien, aunque dato anecdótico, fui el último del avión en entrar a Camboya... a la salida del aeropuerto nos esperaban dos personas, para llevarnos en..taxi? que vá, en tuk-tuk! muy grande!!

Aeropuerto de Siem Reap

La primera impresión, es de sorpresa, por el lujo de los hoteles que íbamos pasando hasta llegar al nuestro, que aunque muy decente, mucho más humilde que los demás palacios. A la llegada al hotel, nos recibe el propietario...en castellano!! que llebaba estudiándolo por su cuenta 6 meses.. Después de desayunar dos huevos fritos..alquilamos un tuk-tuk por 13$ todo el día, y a ver la ciudad de Angkor (20$ la entrada de 1 día, 40$ 3 días..).

La entrada a Angkor Thom, fue impresionante, con un pasillo escoltado por 54 dioses a un lado y 54 demonios al otro, y una hilera de elefantes cruzando la puerta...Una vez dentro, es espectáculo aparecía diferente a lo imaginado..la imagen mental era de una ciudad en medio de la selva...y realmente parecía mas castilla (época seca, no había arroz verde, sino ya seco, tierra roja..).

Entrada de Angkor Thom

Uno de los demonios que custodian la entrada a Angkor Thom

Retrato de familia?

Desde arriba del templo

Una de las miles de efigies labradas en piedra

Después de recorrernos Angkor Thom, nos fuimos a comer. Allí probé el Amok, que es pescado o carne hecha con coco y limocillo, tan rico que no fue la única vez que lo comí.

Probando Amok, totalmente recomendable

Después de aquello, seguimos viendo templos, Ta Prohm, que nos encantó. Es el que tiene la típica imagen de un arbol que se ha comido casi el edificio entero...

La típica imagen de Ta Prohm

Otro árbol que le gusta comer muros

Y finalmente terminabamos los templos, viendo atardecer el Angkor Wat, que es el templo que aparece en la bandera de Camboya. Esta muy bien....pero no sé, sería el día agotador, demasiadas espectativas...o lo que fuera, pero no nos convenció mucho. Asi que decidimos no volver a ver amanecer alli....

Angkor Wat

Después de que anocheciera, vuelta a la ciudad, donde cenamos, nos dimos masajes de pies, vimos el night market y la calle de los pubs (una calle de lo más güiri) donde puedes tomas un cubata por 3$ y una cazo de lo mismo por 5$...

A la mañana siguiente decidimos ver cosas más alla de Angkor, asi que alquilamos un taxi para ver el templo rosáceo dedicado a Shiva, Banteay Srei (a 32 Km de Siem Reap).

Templo de Banteay Srei

Después fuimos al río con el lecho labrado Kbal Spean, al que se accedía después de una subida de 1.5 Km y donde fue un placer bañarse en la cascada tras la terrible sudada. 

Subiendo a Kbal Spean (sujentando la
 piedrita mientras pasaban los demás jaja)

Cascada en Kbal Spean

Y finalmente al templo de Beng Mealea, probablemente el templo que más nos gustó. A 65 Km de Siem Reap, no había ningún turista y el templo estaba en un estado de auténtica ruina, pero la sensación de Indiana Jones era auténtica. Con los únicos guías de 2 niños que había por alli, que obviamente se subían como cabras a las piedras más altas, recorrimos el templo, no sin cierto miedo de que apareciera una enorme piedra rodante detrás nuestro jajaja.

De camino a Beng Mealea

Entrada de Beng Mealea

Todo el equipo

Templo Beng Mealea
Al salir, me las vi y deseé para comprar un coco para comer, ya que parece que ellos lo utilizan solo para hacer cremas y salsas.. y fliparon un poco cuando lo señalaba para comprarlo, solo me repetían que tenían más cocos (pero verdes, para beber) y se reían. Pero al final lo conseguí.

Vuelta para el hotel, un masajito de 1 hora y otra visitilla al mercado, pubs...y a dormir (un poco tarde) que al día siguiente nos íbamos de la ciudad...

En la segunda parte, el paseo en barco y Phnom Penh..